Hace un par de años, Deborah y yo, en una de nuestras reflexiones durante uno de los tantos respiros espirituales que tomábamos debido al hastío que nos provocaban varios sucesos en nuestras vidas, llegamos a una conclusión: la clave de la felicidad femenina está en tener “un novio bonito y un trabajo decente”.
Incluso obteniendo sólo uno de estos puntos sería más fácil anclarse en algo y poder sobrellevar el otro y todos los demás que no funcionaran en nuestras vidas.
Antecedentes
Aquel 2004, debo reconocer, fue una total mierda para mí. Mi agencia afrontó su última crisis financiera, aquella que provocó su disolución. Tuve un par de trabajos monses de corta duración, los que me llevaron a iniciarme como freelance completamente en contra de mi voluntad y permanecer en ello casi la mitad del año.
En lo romántico, me reenfrasqué en dos relaciones-refrito que ya entonces eran historias que debían estar cerradas, lo que provocó una doble frustración. En algún momento las historias se entrecruzaron, hubo una propuesta de matrimonio, una manifestación de voluntad de convertirse en “el amante”. En resumen, toda una novela brasilera.
A eso le podemos sumar una crisis familiar, producto de todo lo anterior, que terminó de sumergirme en una de las mis más profundas depresiones. Deborah atravesaba otros dramas laborales, románticos y familiares, también. Recuerdo que ese año nos apoyamos mucho, fuimos la una el soporte de la otra.
Etimología
Pero, ¿Qué es un novio bonito?
Cómo es, qué hace, de dónde es, a qué dedica el tiempo libre…
Pues es tan variable y adaptable como mujeres existen. En algunos casos puede tener determinada apariencia física, determinada personalidad, etc; el punto es que sea una persona honesta, de sentimientos sinceros, que nos haga sentir que realmente tenemos una pareja: no un hijo engreído, no un padre represor, no un ente distraído que se sienta al costado. Todo lo demás es accesorio: edad, carrera, familia, amigos, aficiones y bla, bla, bla.
¿Qué es un trabajo decente?
Aquí la cosa se pone más complicada. Sobretodo si tomamos en cuenta que la convivencia con “novios potenciales no bonitos” tan solo está amparada en lo cotidiano, es decir en usos y costumbres sociales. En cambio, la convivencia con “trabajos potenciales no decentes” incluso se encuentra amparada, gracias a la libre interpretación, por algunas de las leyes laborales de este país.
A decir verdad, no debería ser tan difícil. Encontrar un lugar donde cada una de nosotras pueda desempeñarse en su carrera recibiendo un trato justo como persona y profesional, horarios razonables, sueldos acorde con las responsabilidades y la experiencia, pagos puntuales, un ambiente saludable, sin jefes y/o compañeros acomplejados, entre otros. Ok, ok, aquí nos pusimos más exigentes, pero es “lo justo”.
Hechos Clave
El grupo
Con estos fundamentos, Deb y yo quisimos compartir un poco nuestra reflexión y formamos nuestro grupo en el, entonces novedoso, Hi5. Con el tiempo se nos unieron algunas amigas y algún amigo, que luego se retiró por falta de quórum de testosterona; intercambiamos algunas reflexiones y luego quedó allí, destinado a adornar algunos perfiles que solo se suscriben a los grupos para tener nombres originales en sus listas.
La sorpresa
Hoy, como administradora, recibí la suscripción de un nuevo miembro y volví a revisar el tablero de mensajes. Entonces, encontré esto:
“Es hora…
de empezar a mover esta liga, pues sus miembros han guardado silencio por mucho tiempo, claro desde que la fundadora y mi Diosa Sarcástica favorita Lady Guardamino, encontró al príncipe azul que la rescatara de las garras del escepticismo en el que ahora yo me encuentro sumergida, pues nada se dice aquí...
ni que decir del trabajo perfecto para ella en el que ya se desenvuelve como pez en el agua. Ni modo, ocurre en las mejores familias...
de repente un día el mejor espécimen del ganado es elegido por la voluntad divina para probar un poco-mucho de aquello de lo que siempre ha blasfemado.
Jejeje...
sabes que estoy feliz por ti amiga, pero en vista de que en estos momentos te encuentras temporalmente “fuera de servicio”; me veré en la obligación de sucederte. Besos y ojalá no sigamos perdiendo a otros miembros.”
By Giannina
Según mi querida amiga, me he convertido en la confirmación de mi teoría, o mi blasfemia. Bueno pues, no lo puedo negar, tengo un novio bonito y un trabajo decente, dos años después. ¿Ya tocaba, no?
Tal vez sea tiempo de dar paso a las nuevas generaciones, pero siempre recordando las sabias palabras de mi tío Héctor “todo tiene su final, nada dura para siempre”.
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