Luego de hacer mi lista de propuestas y de haber tenido mi “semana piloto” caí en cuenta de que habrá que hacer un par de ajustes, mínimos pero necesarios:
- La hora de acostarse debe extenderse a las 11pm, ya que en los últimos días he llegado del gimnasio a mi casa con el estrés de “tengo que hacer todo rápido” para poder dormir a la hora propuesta y me he quedado con cosas en el tintero (más bien en la lap top). A pesar de eso, debo decir que he escrito más de lo normal estos últimos días.
- El batido de Herbalife debe tomarse antes de acostarse y no al levantarse. La sensación de ansiedad durante la mañana sencillamente me enloquece y la posibilidad de comer ensaladitas de frutas, cereal con yogur y galletitas con café durante la mañana son enormes. Entonces, como se supone que el batido es reemplazo de comida, me resulta más fácil tomarlo (y calmar mi hambre luego del entrenamiento) y dormir.
He sufrido un poco a la hora de despertarme, pero eso fue mejorando hacia el fin de semana. Después de todo, es una cuestión de costumbre. Las 6am no son fáciles para nadie al principio. Aunque la dificultad también se presentó los días de los entrenamientos, pero también fue más fácil en el segundo que en el primero.
En resumen, creo que estamos cumpliendo y me parece cool!
Este fin de semana ha recibido el apoyo del censo, en cuanto a restricciones generales, pero también tuvo sus tentaciones. El viernes en la noche había se presentaba Pacho Hurtado en Gótica y a pesar del sueño que tenía estuve muy animada para ir. Solo a bailar y a tomar agüita, gaseosita o el riquísimo red bull. Pero me preocupaba no levantarme en condiciones óptimas al día siguiente, así que opté por mi camita.
La mañana de ayer fue full training. La sis, su bicho y yo corrimos toda la ruta en Barranco. Pancho no fue con nosotros, pero luego me contó que estuvo allí con Leonor. Estuvo muy divertido, entre otras cosas. Ya me había advertido el bicho que no era buena idea hacer la ruta con bvd. Terminada la ruta nos quedamos haciendo alboroto un rato (la sis y yo siempre hacemos alboroto, pero endorfinadas la cosa se pone grave, jaja). Eso causó que se acercara una de las camaritas que cubría el evento. Los tres cruzamos los dedos para que en la edición casi no salgamos.
Terminado el entrenamiento, me fui al gym con la intención de meterme al sauna un toque y regresar a mi casa; pero como quien mata el rato decidí subirme a una maquinita cardiovascular, terminados los 20 minutos, vi libre otra y decidí hacer tiempo hasta que empezara la clase de baile.
Las clases de baile en este gym nunca me emocionaron mucho, pero tampoco había entrado a la clase de los sábados y decidí probar. Sabia decisión. Me divertí muchísimo con la clase de Guydo. Era distinta a la de Eduardo del Energym, con quien te sacudías al ritmo de las coreografías de cuanta samba, merengue y regeatton existía, pero la pasé super bien.
Llegué a mi casa como a la 1pm. Exhausta. Desde entonces, inicié mi encierro. Avancé algunas cosas pendientes y me acosté super temprano.
Hoy domingo, estuve chequeando blogs y encontré uno que me hizo reir mucho. No sólo por el contenido, sino porque hacía falta hablar sobre ese tema en este espacio. Como le comentaba a Clotilde, “me quitó el post de los dedos”, pero se lo agradezco. Yo no habría podido contarlo mejor.
La mañana fue larga, no sólo por la espera del simpático adolescente que vino a censarnos, que por cierto me sacó de la ducha, sino porque luego la emoción embargó a mis padres y tuvimos un desayuno con conversa de cuatro horas. Plop!
Y tomé una decisión: Los quiero mucho, pero no estamos hecho para vivir juntos. No lo estuvimos antes, y ahora menos. Es tiempo de emigrar. Así que si conocen algún depa pequeño, bonito y acogedor, me avisan.
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