Sobre lanzamientos locales...
Una de las cosas que más me gusta de mi chamba es estar en la preparación para el lanzamiento de un producto. Es una gestación en todo el sentido de la palabra con antojos, fobias, náuseas, dolores de cabeza y por supuesto mucha ilusión y expectativa. Pero por sobre todas las cosas es un proceso feliz.
Del otro lado, es maravilloso ver también a los hijos ajenos: los lanzamientos de otros (productos, agencias, clientes). Es como ver a los hijos de tus amigos y emocionarte con la alegría de ellos. Claro que, a diferencia de los productos y las estrategias, los niños siempre son perfectos.
El último lanzamiento que presenciamos en señal abierta fue el de SOBE life, que a mi entender prometía; pero ahora no estoy tan segura de su exito/ efectividad. Una vocesita en mi interior me susurra que tal vez este post me traiga problemas más adelante. Pero vale! Hoy no la voy a escuchar.
La expectativa inicial generada por el lagarto calato me pareció alucinante, a pesar de ser uno de esos recursos que nada tiene que ver con los atributos o beneficios del producto, pero que con un poco de trabajo estético (tanto en guión como en imágenes) se transforma en algo atractivo.
Mi padre, cuyo desinterés en los temas publicitarios lo convierte para efectos prácticos en uno de mis principales referentes en cuanto a crítica de spots, me sorprendió recordando casi al milímetro el texto de la llamada telefónica de este comercial (que lamentablemente no pude conseguir en su versión en español).
Como campaña de intriga funcionó, a mi modesto entender.
Al ver la dirección en la web para Perú durante los últimos segundos del spot, reservé algunos minutos de “ocio-creativo” en la ofis para darle la visita correspondiente. En lo personal me gustó más la versión global que la nacional. Vaya que en un medio como Internet no era muy difícil ver la página madre y descubrir todas las secuencias de la “historia del lagarto” en el back-stage de las grabaciones de los comerciales con la super-modelo.
Como era de imaginar, la web original era mejor en todo sentido: más completa, más rápida, mejor diseñada, con más aplicaciones, etc, etc. No voy a negar que las adaptaciones tienen su encanto local. Esa foto del Puma Carranza con cabellera rubia es demasiado graciosa. Pero lo que más llamó la atención era este tributo a Thriller que me pareció buenísimo.
Entonces pensé que ese sería el spot de lanzamiento y me parecía que le daba un buen cierre a lo ya presentado. Un tema famoso, pegajoso, que tenía como diferencial al lagarto y a la super modelo. Fórmula cerrada.
Menuda fue mi sorpresa cuando el día de la aparición pública del controversial desnudo encontré este.
O sea ¿on the beach? No es que tenga algo en contra de Santana (todo lo contrario), pero teniendo el precedente anterior. Me parece que no se colmaron las expectativas. El 25 aniversario del video más exitoso de los 80, es lo menos despreciable para un lanzamiento. Obviamente, hay toda una secuencia también heredada de la estrategia madre, pero siempre estaré a favor de un replanteamiento local.
Ahora, si pasamos al producto hay otro tema. Entre la gente que conozco (aún no tengo datos de ventas y/o impacto publicitario) soy de las pocas a las que les gusta. El más arriesgado me dijo “esto a sabe a dextrosa” :S Mi limitada muestra no me permite generalizar, pero si no tenemos de publicidad y de producto…. No sé.
Como siempre digo: veremos pes
domingo, septiembre 21, 2008
domingo, septiembre 14, 2008
Yo ¿bloggeo?
A propósito del Blogday volví a escribir (otra vez). Me lo había puesto como "tarea". Digo, si fui a curiosear las presentaciones y la fiesta, había que justificar un poquito ¿cierto? Claro que tampoco pude publicar mis 5 recomendados porque no leo tantos (paciencia, poco a poco)
A decir verdad, soy más “twittera” que “bloggera” (más exactamente me definiría como persona con blog), por una cuestión de tiempo (y también de inspiración), pero pienso que hay que poner un poco más de nuestra parte. Si te vas a involucrar en algo, creo yo, debes hacerlo completa.
Entonces, buscando un tema, me puse a pensar en los inicios. Como esa afición casi enfermiza que tengo de darle vueltas a las cosas y ponerme a "enrollar"o "hilvanar" (tal vez en algunos momentos "bordar") los recuerdos de los orígenes y redactar cual enciclopedia infantil "el porqué de las cosas".
¿Cuándo empecé a escribir blogs? 2004. Oh margot, han pasado cuatro años!!! Pero claro, este es el segundo de tres. El primero que nació y murió. Este que nació para quedarse, y el último que nació para reemplazar al muerto, pero que fue abortado en el post número 1 (era muy rosadito).
¿Cómo nació el blog? Un amigo en las Europas me mostró su “descubrimiento” y me invitó a leer el suyo (y el de su novia de entonces). Ambos blogs ahora ya no existen :(
Por esas épocas andaba (más) enojada con el mundo (que ahora) y abrí mi primer blog de quejas para el único lector que me comentaba. Era feliz con eso. Me parecía riquísimo escribir sobre lo que me viniera en gana. Luego aparecieron más lectores (todos desconocidos en "real") y era también divertido.
Sin embargo, las personas con blog (entonces el término "blogger" no se usaba) que conocí por esas épocas me generaron dudas con respecto a la actividad: algunas incluso no salian de casa porque "tenían" que publicar.
La idea de tener un blog para mí era bacán al hacerlo de una manera libre, por puro gusto. Pensar en horas fijas a invertir en escribir (cosa que aún tomo como hobbie) lo convertía en chamba (u obligación) y tal vez ya no me acomodaría tan bien (y esperaría que me paguen, por supuesto).
Me asustó la idea de dedicar horas (fijas) de la vida para escribir lo que vives y sientes (en mi caso), sin notar que así le "robabas" oportunidades para vivir y sentir. Luego asumí que no necesariamente tendría que existir anulación entre una cosa y la otra; pero igual cerré ese blog.
Meses después, en una época feliz abrí este espacio y lo convertí en el “oficial”, se lo presenté a mis amigos "reales" y Oh decepción! muchos de ellos no le encuentran el gusto a los blogs (con todo derecho) y ni siquiera me leen (ni a mi, ni a ninguno). Entonces, para esta ocasión también se contó con los amigos nuevos.
A lo largo de estos años he visto formarse algunos “grupitos” de bloggers y me parece super bien, a pesar de que algunos hablen de argollas y/o “blog marginales”. A fin de cuentas, así funciona la sociedad. Todos somos parte de un "algo" más grande que nosotros solos, y todos somos marginales frente a alguien, algo o algún tema. No me parece que habría que estresarse con ello.
¿Por qué nació el blog? El primero era 100% terapéutico y este es por pura diversión (doh! eso también es terapéutico). En ambos casos (como si fueran distintos) lo disfruto mucho.
En esta segunda temporada entendí como a veces uno se llega a envolver con las cosas que uno quiere decir o contar. Empecé a robarle horas a la chamba, a veces al sueño. Me envicié. Seguro porque en este blog me siento más yo, con nombre y apellido (si claro, también con foto).
Y ahora ¿A quién le importa el blog? Como les decía a algunos bloggers en el after party del blogday. Lo mío es un blog personal que solo lee “mi papá, mi mamá y mi perro”. Lo cierto es que lo escribo para mí. Solo me lee uno de mis hermanos, mi perro murió hace 3 años y el otro (hermano) no sabe de “blogs”, “bloggers”, “blogósferas”, “blogdays” u “ombloggismos” (ni de sus – no siempre tan- dignos representantes).
Los que siempre siguen enganchados son mis fieles lectores extranjeros que hasta reclaman sus actualizaciones, cual ama de casa fan de la novela, por pura chismografía (igual los quiero - no van a negar que se divierten); y también algunos amigos de los últimos años.
¿Sobre qué bloggeo? Generalmente hablo de cosas mías (en tanto me suceden, las veo o las siento cercanas). Cosas que me pasan (o pasaron), algunas anécdotas interesantes de otros, de algunas cosas que me inspiran (publicidad, medios de comunicación, alguna cuestión social y algunas situaciones emocionales comunes).
Por eso a veces me resulta difícil decidir qué publico y que no. Sobretodo bajo el cargo de sentirme expuesta (y oh si que se que es un peligro tener la vida publicada en Internet).
Lo mío no es temático ni monotemático, ando picando de todo un poco y no me siento a gusto viendo una sola cosa (ni siquiera de mí misma). Además, hay temas sobre los que otros hablan más y mejor, y otros temas de los que medio mundo habla pero no me interesan. En los primeros, simplemente prefiero comentar con mis opiniones los otros posts; y en los segundos, como si no existieran.
Pocas veces pienso en temas "vendedores" (para eso la oficina) o en una multitud de lectores (no es por ser ingrata con los que lo son, pero este no es un rollo "laboral - comercial"). Espero que los fieles lectores comprendan con paciencia que esto tiene su propio devenir. Hay que dejarlo/dejarme fluir.
¿Qué opino del boom de los blogs? Que es completamente válido. Que es un espacio donde todos podemos convivir sin problemas. Que tiene derecho a crecer y ser aprovechado, por los que se animen a hacerlo. Es un medio que (a diferencia de otros) está al alcance de todos (los que se interesen ligeremente por acceder) y por ello requiere mucha tolerancia en cuanto a temáticas y puntos de vista; y sobre todo respeto.
Que existe el derecho de establecer rankings y de tener registros de número de lectores y estadísticas. No hay nada criticable en ello. Si no te gusta (un blog) no lo lees y fin de la historia. Así como elegimos escribir, elegimos leer y allí queda todo. Es el rollo de cada uno.
No estoy de acuerdo con las agresiones y las críticas malintencionadas (sobre todo cuando van dirigidas a las personas que escriben y no a lo que escriben). Podría comprenderlas, pero no las avalo. Si te parece que tienes algo qué decir en contra de algo, lo dices claro y sin mala leche.
No hay "buenos" o "malos", "mejores" o "peores". A lo mucho "más leídos" y "no tan leidos", o "premiados" y "no premiados" y eso no marca la diferencia, a menos que te encuentres promocionando tu blog como producto, cosa que no tampoco es criticable para nada. El que quiera tiene derecho-
Lo que si me parece es que hay que ser completamente coherente con lo que uno hace. Traduciendo en "lady" a el chepis "no se puede morder la mano que te da de comer". Ser blogger implica un compromiso, primero con uno mismo y luego con sus lectores (que oh sorpresa! son 97% otros bloggers).
He posteado.
link: La habitación de Henry Spencer
link: Mil horas
link: El chepis
link: Peregrino
A propósito del Blogday volví a escribir (otra vez). Me lo había puesto como "tarea". Digo, si fui a curiosear las presentaciones y la fiesta, había que justificar un poquito ¿cierto? Claro que tampoco pude publicar mis 5 recomendados porque no leo tantos (paciencia, poco a poco)
A decir verdad, soy más “twittera” que “bloggera” (más exactamente me definiría como persona con blog), por una cuestión de tiempo (y también de inspiración), pero pienso que hay que poner un poco más de nuestra parte. Si te vas a involucrar en algo, creo yo, debes hacerlo completa.
Entonces, buscando un tema, me puse a pensar en los inicios. Como esa afición casi enfermiza que tengo de darle vueltas a las cosas y ponerme a "enrollar"o "hilvanar" (tal vez en algunos momentos "bordar") los recuerdos de los orígenes y redactar cual enciclopedia infantil "el porqué de las cosas".
¿Cuándo empecé a escribir blogs? 2004. Oh margot, han pasado cuatro años!!! Pero claro, este es el segundo de tres. El primero que nació y murió. Este que nació para quedarse, y el último que nació para reemplazar al muerto, pero que fue abortado en el post número 1 (era muy rosadito).
¿Cómo nació el blog? Un amigo en las Europas me mostró su “descubrimiento” y me invitó a leer el suyo (y el de su novia de entonces). Ambos blogs ahora ya no existen :(
Por esas épocas andaba (más) enojada con el mundo (que ahora) y abrí mi primer blog de quejas para el único lector que me comentaba. Era feliz con eso. Me parecía riquísimo escribir sobre lo que me viniera en gana. Luego aparecieron más lectores (todos desconocidos en "real") y era también divertido.
Sin embargo, las personas con blog (entonces el término "blogger" no se usaba) que conocí por esas épocas me generaron dudas con respecto a la actividad: algunas incluso no salian de casa porque "tenían" que publicar.
La idea de tener un blog para mí era bacán al hacerlo de una manera libre, por puro gusto. Pensar en horas fijas a invertir en escribir (cosa que aún tomo como hobbie) lo convertía en chamba (u obligación) y tal vez ya no me acomodaría tan bien (y esperaría que me paguen, por supuesto).
Me asustó la idea de dedicar horas (fijas) de la vida para escribir lo que vives y sientes (en mi caso), sin notar que así le "robabas" oportunidades para vivir y sentir. Luego asumí que no necesariamente tendría que existir anulación entre una cosa y la otra; pero igual cerré ese blog.
Meses después, en una época feliz abrí este espacio y lo convertí en el “oficial”, se lo presenté a mis amigos "reales" y Oh decepción! muchos de ellos no le encuentran el gusto a los blogs (con todo derecho) y ni siquiera me leen (ni a mi, ni a ninguno). Entonces, para esta ocasión también se contó con los amigos nuevos.
A lo largo de estos años he visto formarse algunos “grupitos” de bloggers y me parece super bien, a pesar de que algunos hablen de argollas y/o “blog marginales”. A fin de cuentas, así funciona la sociedad. Todos somos parte de un "algo" más grande que nosotros solos, y todos somos marginales frente a alguien, algo o algún tema. No me parece que habría que estresarse con ello.
¿Por qué nació el blog? El primero era 100% terapéutico y este es por pura diversión (doh! eso también es terapéutico). En ambos casos (como si fueran distintos) lo disfruto mucho.
En esta segunda temporada entendí como a veces uno se llega a envolver con las cosas que uno quiere decir o contar. Empecé a robarle horas a la chamba, a veces al sueño. Me envicié. Seguro porque en este blog me siento más yo, con nombre y apellido (si claro, también con foto).
Y ahora ¿A quién le importa el blog? Como les decía a algunos bloggers en el after party del blogday. Lo mío es un blog personal que solo lee “mi papá, mi mamá y mi perro”. Lo cierto es que lo escribo para mí. Solo me lee uno de mis hermanos, mi perro murió hace 3 años y el otro (hermano) no sabe de “blogs”, “bloggers”, “blogósferas”, “blogdays” u “ombloggismos” (ni de sus – no siempre tan- dignos representantes).
Los que siempre siguen enganchados son mis fieles lectores extranjeros que hasta reclaman sus actualizaciones, cual ama de casa fan de la novela, por pura chismografía (igual los quiero - no van a negar que se divierten); y también algunos amigos de los últimos años.
¿Sobre qué bloggeo? Generalmente hablo de cosas mías (en tanto me suceden, las veo o las siento cercanas). Cosas que me pasan (o pasaron), algunas anécdotas interesantes de otros, de algunas cosas que me inspiran (publicidad, medios de comunicación, alguna cuestión social y algunas situaciones emocionales comunes).
Por eso a veces me resulta difícil decidir qué publico y que no. Sobretodo bajo el cargo de sentirme expuesta (y oh si que se que es un peligro tener la vida publicada en Internet).
Lo mío no es temático ni monotemático, ando picando de todo un poco y no me siento a gusto viendo una sola cosa (ni siquiera de mí misma). Además, hay temas sobre los que otros hablan más y mejor, y otros temas de los que medio mundo habla pero no me interesan. En los primeros, simplemente prefiero comentar con mis opiniones los otros posts; y en los segundos, como si no existieran.
Pocas veces pienso en temas "vendedores" (para eso la oficina) o en una multitud de lectores (no es por ser ingrata con los que lo son, pero este no es un rollo "laboral - comercial"). Espero que los fieles lectores comprendan con paciencia que esto tiene su propio devenir. Hay que dejarlo/dejarme fluir.
¿Qué opino del boom de los blogs? Que es completamente válido. Que es un espacio donde todos podemos convivir sin problemas. Que tiene derecho a crecer y ser aprovechado, por los que se animen a hacerlo. Es un medio que (a diferencia de otros) está al alcance de todos (los que se interesen ligeremente por acceder) y por ello requiere mucha tolerancia en cuanto a temáticas y puntos de vista; y sobre todo respeto.
Que existe el derecho de establecer rankings y de tener registros de número de lectores y estadísticas. No hay nada criticable en ello. Si no te gusta (un blog) no lo lees y fin de la historia. Así como elegimos escribir, elegimos leer y allí queda todo. Es el rollo de cada uno.
No estoy de acuerdo con las agresiones y las críticas malintencionadas (sobre todo cuando van dirigidas a las personas que escriben y no a lo que escriben). Podría comprenderlas, pero no las avalo. Si te parece que tienes algo qué decir en contra de algo, lo dices claro y sin mala leche.
No hay "buenos" o "malos", "mejores" o "peores". A lo mucho "más leídos" y "no tan leidos", o "premiados" y "no premiados" y eso no marca la diferencia, a menos que te encuentres promocionando tu blog como producto, cosa que no tampoco es criticable para nada. El que quiera tiene derecho-
Lo que si me parece es que hay que ser completamente coherente con lo que uno hace. Traduciendo en "lady" a el chepis "no se puede morder la mano que te da de comer". Ser blogger implica un compromiso, primero con uno mismo y luego con sus lectores (que oh sorpresa! son 97% otros bloggers).
He posteado.
link: La habitación de Henry Spencer
link: Mil horas
link: El chepis
link: Peregrino
martes, septiembre 09, 2008
Esta es para que lo disfrutes…
El fin de semana me fui a “Tangamandapio” (el pueblito de las alturas) a conocer “la casa de la pradera” y a celebrar el día “principal” del pueblo.
La casita me sorprendió gratamente. La visita que al principio me generaba miedo y preocupación por “¿cómo vamos a reconstruir todo eso?” me dejó bastante aliviada. Con una combinación entre rústica y kitsch terminó bastante acogedora. Linda a decir verdad (contra mi propia incredulidad inclusive).
Pero esa no fue la única sorpresa del viaje. Dos castillos, dos, a la medianoche y un reencuentro de viejos amigos de infancia.
Las chelas de siempre, la música de siempre (a la que ya había ido acondicionada mentalmente, por no ser parte de la costumbre) y la gente de siempre. Es como los reencuentros de promo. Sabes cómo va a estar todo, sabes a quiénes vas a ver y obviamente esperas verlos. Los recuerdos siempre se remueven (sobre todo ahora último que pienso mucho en la gente que ya no está).
De pronto nuevamente se detuvo el tiempo. Como si todos tuviéramos 17 años otra vez, con las bromas de siempre. Cero responsabilidad, porque el 8 de setiembre es feriado!!! (desde que tenemos uso de razón).
Hasta que… oh ampay! Un besito fuera de lo común. Como buena niña discreta lo dejé pasar al archivo del registro visual, pero igual no entendía (y como buena curiosa también quería entender).
Dentro de las no pocas chelas que llevaba encima recuerdo que desaparecieron y luego reaparecieron de la manito. Ante algunas miradas “ampayosas” de los “adultos”. Pueblo chico infierno grande, no se dice sin razón.
Todo tenía una explicación. Es que… ¿cómo se supone que reacciona una cuando alguien que conoces hace veinte años, te dice de buenas a primeras que siempre le gustaste? O que esperaba todos los 8 de setiembre (como el 19 de noviembre de Carlos Vives) para verte, y que no se animaba a decirte nada más porque te veía lejana y distante.
De hecho, la cursilería no va conmigo. Me costó un poco acostumbrarme al exceso de azúcar. Es que prefiero el edulcorante. Algo que te deje buen sabor, pero que no te empalague; y por supuesto, bajo en calorías. Claro que como mujercita, hay detalles a los que siempre permaneceré sensible.
Es que algo así toca hasta a la menos vulnerable!!! Desde mi humilde opinión, solo por el hecho de tomarse el trabajo de pronunciar un floro así, ya merece su beso. Solo el tiempo validará o invalidará aquel speech, pero como sea, es lo más dulce que he escuchado jamás. Eso pasa solo en las películas (las yankees con final feliz e imaginario). Y creo que es de lo más halagador que existe. Te apoyo, hermana!
Claro que (allí viene el pero antipático), también creo que algo así debió pasar en una etapa más adolescente. A estas alturas, las cosas podrían verse más serias. Con un background así, no le entras a jugar pes. Yo no habría tenido una idea clara de qué decir. Por un lado me alegro mucho por los dos e imagino que encontrarán la manera de acomodarse si es que les toca estar juntos.
Como sea, una cosa de esas te arma la semana sin roche (habla la envidia, de la buena, pero envidia al fin y al cabo) y no se tú, pero yo andaría pisando huevos, solo por el hecho de disfrutarlo un rato. Provecho!!!
El fin de semana me fui a “Tangamandapio” (el pueblito de las alturas) a conocer “la casa de la pradera” y a celebrar el día “principal” del pueblo.
La casita me sorprendió gratamente. La visita que al principio me generaba miedo y preocupación por “¿cómo vamos a reconstruir todo eso?” me dejó bastante aliviada. Con una combinación entre rústica y kitsch terminó bastante acogedora. Linda a decir verdad (contra mi propia incredulidad inclusive).
Pero esa no fue la única sorpresa del viaje. Dos castillos, dos, a la medianoche y un reencuentro de viejos amigos de infancia.
Las chelas de siempre, la música de siempre (a la que ya había ido acondicionada mentalmente, por no ser parte de la costumbre) y la gente de siempre. Es como los reencuentros de promo. Sabes cómo va a estar todo, sabes a quiénes vas a ver y obviamente esperas verlos. Los recuerdos siempre se remueven (sobre todo ahora último que pienso mucho en la gente que ya no está).
De pronto nuevamente se detuvo el tiempo. Como si todos tuviéramos 17 años otra vez, con las bromas de siempre. Cero responsabilidad, porque el 8 de setiembre es feriado!!! (desde que tenemos uso de razón).
Hasta que… oh ampay! Un besito fuera de lo común. Como buena niña discreta lo dejé pasar al archivo del registro visual, pero igual no entendía (y como buena curiosa también quería entender).
Dentro de las no pocas chelas que llevaba encima recuerdo que desaparecieron y luego reaparecieron de la manito. Ante algunas miradas “ampayosas” de los “adultos”. Pueblo chico infierno grande, no se dice sin razón.
Todo tenía una explicación. Es que… ¿cómo se supone que reacciona una cuando alguien que conoces hace veinte años, te dice de buenas a primeras que siempre le gustaste? O que esperaba todos los 8 de setiembre (como el 19 de noviembre de Carlos Vives) para verte, y que no se animaba a decirte nada más porque te veía lejana y distante.
De hecho, la cursilería no va conmigo. Me costó un poco acostumbrarme al exceso de azúcar. Es que prefiero el edulcorante. Algo que te deje buen sabor, pero que no te empalague; y por supuesto, bajo en calorías. Claro que como mujercita, hay detalles a los que siempre permaneceré sensible.
Es que algo así toca hasta a la menos vulnerable!!! Desde mi humilde opinión, solo por el hecho de tomarse el trabajo de pronunciar un floro así, ya merece su beso. Solo el tiempo validará o invalidará aquel speech, pero como sea, es lo más dulce que he escuchado jamás. Eso pasa solo en las películas (las yankees con final feliz e imaginario). Y creo que es de lo más halagador que existe. Te apoyo, hermana!
Claro que (allí viene el pero antipático), también creo que algo así debió pasar en una etapa más adolescente. A estas alturas, las cosas podrían verse más serias. Con un background así, no le entras a jugar pes. Yo no habría tenido una idea clara de qué decir. Por un lado me alegro mucho por los dos e imagino que encontrarán la manera de acomodarse si es que les toca estar juntos.
Como sea, una cosa de esas te arma la semana sin roche (habla la envidia, de la buena, pero envidia al fin y al cabo) y no se tú, pero yo andaría pisando huevos, solo por el hecho de disfrutarlo un rato. Provecho!!!
jueves, septiembre 04, 2008
Me encontré, me encontré!!!
Es que me anduve buscando con cierto cargo de conciencia. Este año, a diferencia del anterior, no asistí a todos los entrenamientos, no corri N vueltas al pentágono por las noches, no hice dieta, y ni siquiera pude eliminar el alcohol completamente de mi existencia (incluso - y especialmente- la última semana).
No pues... la señorita se operó en mayo y dejó el gym por casi dos meses (tres semanas dijo el médico - ese....). Se fue de viaje (8 aviones al hilo) y como es costumbre aplicó su turismo favorito: el culinario (acompañado de sus vinitos más, obviamente). No contenta con eso, se escapó de su clienta favorita para ir al Blogday (solo a curiosear) y se pegó EL dancing de los últimos meses (gracias chicos!).
Sábado mediodía, chateando en pijama. Deshidratada con roche, me acosté, me levanté, me volví a acostar y me volví a levantar. Me hice un tiempo para ver "Bailando..." (si, si, yo confieso - además me he vuelto fanática del Latin Américan Idol - no te avergüences de mi pe' varon, pasa en las mejores familias).
Como era de esperarse, el domingo me levante tarde, pero no llegué al Parque Kennedy con tanto retraso como imaginé. Luego de las foticos de ley, cortesía del buen Panchus, corrí.
Crucé la alfombre y empecé el recorrido. Andaba desconfiada, temerosa y un poco aturdida por la cantidad de gente que corria en bloque y no me dejaba pasar.
En los primeros 3k moría de sed y empecé a latigarme por la juerga del viernes "Caraaaacho, pa eso chupas". Llegó el Gatorade "Oh alivio! Creo que si llegamos a los 5k". Efectivamente, pise la alfombra entrando al Malecón (allá por mi sitio favorito) 30 minutos después de inciada la carrera. "Igual que el año pasado, me puedo ir a mi casa en paz" pero de puro curiosa intenté probar cuánto más podía resistir.
Kilómetro 7: "Bueno, desde dónde será más cerca llegar a mi casa?" me preguntaba hasta que llegó el segundo Gatorade y dije "se puede un poquito más". Presa del calor sofocante encontré una simpática manguerita sobre el puente villena y "Oh si, Romy tenía que ducharse. Fucking sol"
Llegando a Larcomar a idea de regresar caminado a la meta era más intensa, por Larco, naturalmente; pero me dio roche voltear y seguí de largo. Del resto tengo recuerdos difusos. "Ya se acaba, Ya se acaba" Nunca me di cuenta cuándo pasé el Km 8, cuando alguien gritó "Sólo falta 1k". Igual que el año pasado "Si ya llegamos hasta aquí, no nos vamos a parar"
Conté las cuadras, conté los pasos. "Por Dios! He caminado estas calles millones de veces, puedo correrlas una vez más" Y llegué!!! "Ufff, por lo menos."
El lunes me dolía todo. Gym? No hay forma!!! Y el bichito de la curiosidad me seguí picando. Cómo habré salido? Seguro hasta el perno!!! Estaba bastante ansiosa a decir verdad, sabe Dios por qué.
Hasta que Analía me hizo intentar ingresar mis dos apellidos en la dichosa página y "Sorpresa, sorpresa": APARECÍ.
Casi igual que el año pasado, así que ya podía dormir en paz. Ya me había encontrado :)
Es que me anduve buscando con cierto cargo de conciencia. Este año, a diferencia del anterior, no asistí a todos los entrenamientos, no corri N vueltas al pentágono por las noches, no hice dieta, y ni siquiera pude eliminar el alcohol completamente de mi existencia (incluso - y especialmente- la última semana).
No pues... la señorita se operó en mayo y dejó el gym por casi dos meses (tres semanas dijo el médico - ese....). Se fue de viaje (8 aviones al hilo) y como es costumbre aplicó su turismo favorito: el culinario (acompañado de sus vinitos más, obviamente). No contenta con eso, se escapó de su clienta favorita para ir al Blogday (solo a curiosear) y se pegó EL dancing de los últimos meses (gracias chicos!).
Sábado mediodía, chateando en pijama. Deshidratada con roche, me acosté, me levanté, me volví a acostar y me volví a levantar. Me hice un tiempo para ver "Bailando..." (si, si, yo confieso - además me he vuelto fanática del Latin Américan Idol - no te avergüences de mi pe' varon, pasa en las mejores familias).
Como era de esperarse, el domingo me levante tarde, pero no llegué al Parque Kennedy con tanto retraso como imaginé. Luego de las foticos de ley, cortesía del buen Panchus, corrí.
Crucé la alfombre y empecé el recorrido. Andaba desconfiada, temerosa y un poco aturdida por la cantidad de gente que corria en bloque y no me dejaba pasar.
En los primeros 3k moría de sed y empecé a latigarme por la juerga del viernes "Caraaaacho, pa eso chupas". Llegó el Gatorade "Oh alivio! Creo que si llegamos a los 5k". Efectivamente, pise la alfombra entrando al Malecón (allá por mi sitio favorito) 30 minutos después de inciada la carrera. "Igual que el año pasado, me puedo ir a mi casa en paz" pero de puro curiosa intenté probar cuánto más podía resistir.
Kilómetro 7: "Bueno, desde dónde será más cerca llegar a mi casa?" me preguntaba hasta que llegó el segundo Gatorade y dije "se puede un poquito más". Presa del calor sofocante encontré una simpática manguerita sobre el puente villena y "Oh si, Romy tenía que ducharse. Fucking sol"
Llegando a Larcomar a idea de regresar caminado a la meta era más intensa, por Larco, naturalmente; pero me dio roche voltear y seguí de largo. Del resto tengo recuerdos difusos. "Ya se acaba, Ya se acaba" Nunca me di cuenta cuándo pasé el Km 8, cuando alguien gritó "Sólo falta 1k". Igual que el año pasado "Si ya llegamos hasta aquí, no nos vamos a parar"
Conté las cuadras, conté los pasos. "Por Dios! He caminado estas calles millones de veces, puedo correrlas una vez más" Y llegué!!! "Ufff, por lo menos."
El lunes me dolía todo. Gym? No hay forma!!! Y el bichito de la curiosidad me seguí picando. Cómo habré salido? Seguro hasta el perno!!! Estaba bastante ansiosa a decir verdad, sabe Dios por qué.
Hasta que Analía me hizo intentar ingresar mis dos apellidos en la dichosa página y "Sorpresa, sorpresa": APARECÍ.
Casi igual que el año pasado, así que ya podía dormir en paz. Ya me había encontrado :)
lunes, septiembre 01, 2008
Esclava de palabras liberada en silencio
Cuando era pequeña, mi madre solía decir entre otras cosas que “uno es dueño de lo que calla y preso de lo que dice”. En medio de mi rebeldía adolescente y mis inclinaciones de juventud a soltar la verdad irreverente, debo decir que no lo entendí entonces.
Hoy en particular, pensaba en todas las cosas que dije y debí callar... y en lo que callé y debí decir.
Pensaba en todas esas lanzas certeras que convirtieron mis buenas intenciones en campos de batalla y sufrimiento, por las que ahora callo ante la incapacidad de mis disculpas para borrar tus lágrimas, tu decepción y tus reclamos, y espero recuperar en silencio tu confianza para que creas de verdad que soy la buena chica que decía ser.
Recordaba una serie de despedidas suprimidas por exceso de dignidad. Esas palabras no dichas de manera directa y lapidaria en su momento (así los destinatari@s no las comprendieran, incluso ahora). Pensaba a la distancia “nada era tan complicado que no se pudiera solucionar con una buena dosis de ubicaína”, pero que oh! por esa tendencia a ser tan lady (que a veces se me escapa de las manos) no pude suministrar.
Retumbaba en mi cabeza la frase fulminante de una amiga cercana: “no seas caldo de cultivo”. Y se diluían ante mis ojos las imágenes de varias fotografías que tomé sola en varios lugares a una media hora de aquí. Aparecieron también los personajes: una conversa en aquella calle reconstruida luego de un ataque terrorista, un lente anónimo, una historia de blog (y bloggers) y un divo en auto de lujo.
Pensaba en el otro blog, en las épocas en las que me escudaba en una identidad anónima para gritarles, llorarlos, insultarlos y gruñirles todas aquellas cosas que por pura cobardía no pude decirles a la cara. Hoy sencillamente digo “bye”.
Recordaba un post que escribieron para mí con muy buenos deseos y una gran lección de vida, pero también la frase con la que lo agradecí hace un año atrás y que hoy se convierte en mi tortura (y me latiga con furia). Y sentencio “oh no! (auch) No debí escribirlo” Es que uno no sabe de que lado le toca jugar la próxima partida, y olvida que toda victoria trae una derrota (y viceversa).
Por el otro lado, quisiera haberte dicho más veces que cuentas conmigo (aunque creo que siempre lo demostré) Que se te acostumbraste a la mujer fuerte, que se que es eso lo que esperas de mi. Que siempre seré la que contesta el teléfono y estará dispuesta a escucharte por horas, para aconsejarte o para solidarizarse contigo y decir junto a ti que “todos son unos inútiles”. Decirte que te quiero, que se que te voy a extrañar y que no quiero que te vayas, pero que no me puedo derrumbar ante tus demandas.
Decirte a ti, otro tú, que tengo nostalgia, que quiero retroceder la historia y volver a jugar alrededor de esa piscina que ya no existe. Que quiero verte bien, como el galán de siempre. Que haré todo lo posible para cuidarte, protegerte y abrazarte, así como lo hiciste conmigo tiempo atrás. Porque ahora es mi turno de hacerlo.
Decirles a todos ustedes que como el tiempo me hizo entender que mi madre tenía razón, callé casi un mes y por eso hoy les digo sin decir (con el riesgo de que no hayan entendido ni una sola línea).
Cuando era pequeña, mi madre solía decir entre otras cosas que “uno es dueño de lo que calla y preso de lo que dice”. En medio de mi rebeldía adolescente y mis inclinaciones de juventud a soltar la verdad irreverente, debo decir que no lo entendí entonces.
Hoy en particular, pensaba en todas las cosas que dije y debí callar... y en lo que callé y debí decir.
Pensaba en todas esas lanzas certeras que convirtieron mis buenas intenciones en campos de batalla y sufrimiento, por las que ahora callo ante la incapacidad de mis disculpas para borrar tus lágrimas, tu decepción y tus reclamos, y espero recuperar en silencio tu confianza para que creas de verdad que soy la buena chica que decía ser.
Recordaba una serie de despedidas suprimidas por exceso de dignidad. Esas palabras no dichas de manera directa y lapidaria en su momento (así los destinatari@s no las comprendieran, incluso ahora). Pensaba a la distancia “nada era tan complicado que no se pudiera solucionar con una buena dosis de ubicaína”, pero que oh! por esa tendencia a ser tan lady (que a veces se me escapa de las manos) no pude suministrar.
Retumbaba en mi cabeza la frase fulminante de una amiga cercana: “no seas caldo de cultivo”. Y se diluían ante mis ojos las imágenes de varias fotografías que tomé sola en varios lugares a una media hora de aquí. Aparecieron también los personajes: una conversa en aquella calle reconstruida luego de un ataque terrorista, un lente anónimo, una historia de blog (y bloggers) y un divo en auto de lujo.
Pensaba en el otro blog, en las épocas en las que me escudaba en una identidad anónima para gritarles, llorarlos, insultarlos y gruñirles todas aquellas cosas que por pura cobardía no pude decirles a la cara. Hoy sencillamente digo “bye”.
Recordaba un post que escribieron para mí con muy buenos deseos y una gran lección de vida, pero también la frase con la que lo agradecí hace un año atrás y que hoy se convierte en mi tortura (y me latiga con furia). Y sentencio “oh no! (auch) No debí escribirlo” Es que uno no sabe de que lado le toca jugar la próxima partida, y olvida que toda victoria trae una derrota (y viceversa).
Por el otro lado, quisiera haberte dicho más veces que cuentas conmigo (aunque creo que siempre lo demostré) Que se te acostumbraste a la mujer fuerte, que se que es eso lo que esperas de mi. Que siempre seré la que contesta el teléfono y estará dispuesta a escucharte por horas, para aconsejarte o para solidarizarse contigo y decir junto a ti que “todos son unos inútiles”. Decirte que te quiero, que se que te voy a extrañar y que no quiero que te vayas, pero que no me puedo derrumbar ante tus demandas.
Decirte a ti, otro tú, que tengo nostalgia, que quiero retroceder la historia y volver a jugar alrededor de esa piscina que ya no existe. Que quiero verte bien, como el galán de siempre. Que haré todo lo posible para cuidarte, protegerte y abrazarte, así como lo hiciste conmigo tiempo atrás. Porque ahora es mi turno de hacerlo.
Decirles a todos ustedes que como el tiempo me hizo entender que mi madre tenía razón, callé casi un mes y por eso hoy les digo sin decir (con el riesgo de que no hayan entendido ni una sola línea).
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