Con la hoja en blanco, otra vez
A diferencia de otros años, mi último cumpleaños transcurrió de la manera más natural. Inicié el día con una llamada, cosa que no me había pasado nunca; y luego la familia apareció con obsequios, lo cual también es una novedad, sobretodo porque todos me gustaron.
Otra variante este año era que lo pasaba en la oficina. Los dos últimos años la fecha coincidió con sábado y domingo. Y a los 25, que cayó viernes, recientemente había abandonado mi empleo. Esta vez me dieron la tarde libre, lo cual me pareció un lindo detalle, y obviamente, aproveché en pasarlo como toda nena merece: en la pelu. Finalmente una íntima velada en Fridays selló el día con broche de oro.
En general fue un buen día, sobretodo porque ha significado una serie de cambios, que creo (como siempre) son para mejor. Algunos vinieron con desilusiones, otros con situaciones conflictivas y otros con nuevos personajes en la historia (algunos no tan agradables); pero confío en que todo ello me seguirá haciendo crecer.
Debo confesar que esta vez mi actitud es más cool, mi espíritu más fuerte y mi decisión más grande. Tal vez porque durante el último mes aparecieron nuevas ilusiones y nuevos proyectos, a los que obviamente les pondré todo el punche de “la guardamino”.
Probablemente hoy sea buena ocasión para hacer el balance de medio año, que esta vez llega con cierto retraso, con los mensajes respectivos de agradecimiento.
A las mujeres: Analía, Deborah, Giannina y Tania, que aparecieron con adecuados consejos y ese apoyo de nena indispensables en los momentos que mi inexperiencia lo necesito. Gracias por su cariño y preocupación, chicas. Es bueno saber que siempre se contará con ustedes.
En este grupo debo agregar a un nuevo y joven valor que tendrá más protagonismo del que parecía. Gracias Darling, a ti que con frases clave de café me iluminaste el camino.
A los boys: Héctor, Betto, Gonzalo, Draven y Alejandro. Mi ejército de salvación. Cada uno con su misión específica. A los dos primeros, gracias por su fe y buenos deseos. A los segundos, gracias por los lapazos psicológicos que siempre ayudan.
Aquí también hay un nuevo y joven valor que sin darse cuenta me mostró la luz, aunque el método me haya parecido al principio un poco insolente (terapia de choque, que le llaman). Obviamente tienes más “lleca” que yo y creo que puedo aprender algunas cosas de ti, por lo pronto eres “divertido”.
A conectalandia: por ofrecerme en medio de todo un GPTW. Definitivamente la pajarera es el point para liberar nuestros demonios internos, jajaja; nuestros hermanos mayores super comprensivos; y nuestro padre, bueno, es nuestro padre.
Finalmente a Doc, gracias por acompañarme todo este tiempo. Creo que fue productivo para ambos, nos hicimos bien. Apoyamos nuestros procesos inversos: Uno debía relajarse y el otro tomarse las cosas más en serio. Creo que aprendí lo mío y espero que tú también. De todas maneras, aún es largo el camino.
Gracias a todos, porque me permiten iniciar mi camino a los 28 con un background chévere. De nuevo con la hoja en blanco, lista para ser llenada con lo que tenga que venir.
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