

He sufrido un poco a la hora de despertarme, pero eso fue mejorando hacia el fin de semana. Después de todo, es una cuestión de costumbre. Las 6am no son fáciles para nadie al principio. Aunque la dificultad también se presentó los días de los entrenamientos, pero también fue más fácil en el segundo que en el primero.
En resumen, creo que estamos cumpliendo y me parece cool!
Este fin de semana ha recibido el apoyo del censo, en cuanto a restricciones generales, pero también tuvo sus tentaciones. El viernes en la noche había se presentaba Pacho Hurtado en Gótica y a pesar del sueño que tenía estuve muy animada para ir. Solo a bailar y a tomar agüita, gaseosita o el riquísimo red bull. Pero me preocupaba no levantarme en condiciones óptimas al día siguiente, así que opté por mi camita.
La mañana de ayer fue full training. La sis, su bicho y yo corrimos toda la ruta en Barranco. Pancho no fue con nosotros, pero luego me contó que estuvo allí con Leonor. Estuvo muy divertido, entre otras cosas. Ya me había advertido el bicho que no era buena idea hacer la ruta con bvd. Terminada la ruta nos quedamos haciendo alboroto un rato (la sis y yo siempre hacemos alboroto, pero endorfinadas la cosa se pone grave, jaja). Eso causó que se acercara una de las camaritas que cubría el evento. Los tres cruzamos los dedos para que en la edición casi no salgamos.
Terminado el entrenamiento, me fui al gym con la intención de meterme al sauna un toque y regresar a mi casa; pero como quien mata el rato decidí subirme a una maquinita cardiovascular, terminados los 20 minutos, vi libre otra y decidí hacer tiempo hasta que empezara la clase de baile.
Las clases de baile en este gym nunca me emocionaron mucho, pero tampoco había entrado a la clase de los sábados y decidí probar. Sabia decisión. Me divertí muchísimo con la clase de Guydo. Era distinta a la de Eduardo del Energym, con quien te sacudías al ritmo de las coreografías de cuanta samba, merengue y regeatton existía, pero la pasé super bien.
Llegué a mi casa como a la 1pm. Exhausta. Desde entonces, inicié mi encierro. Avancé algunas cosas pendientes y me acosté super temprano.
Hoy domingo, estuve chequeando blogs y encontré uno que me hizo reir mucho. No sólo por el contenido, sino porque hacía falta hablar sobre ese tema en este espacio. Como le comentaba a Clotilde, “me quitó el post de los dedos”, pero se lo agradezco. Yo no habría podido contarlo mejor.
La mañana fue larga, no sólo por la espera del simpático adolescente que vino a censarnos, que por cierto me sacó de la ducha, sino porque luego la emoción embargó a mis padres y tuvimos un desayuno con conversa de cuatro horas. Plop!
Y tomé una decisión: Los quiero mucho, pero no estamos hecho para vivir juntos. No lo estuvimos antes, y ahora menos. Es tiempo de emigrar. Así que si conocen algún depa pequeño, bonito y acogedor, me avisan.
Señores… Que pase la disciplina!
Gracias a Pancho, recibí el aliento suficiente para animarme a inscribirme en los 10k de nike. Se la debía este año, ya que el anterior no pude por una serie de migrañas que me duraron hasta enero. ¿Locura? Suponemos. Eso no sorprende. Tampoco que somos más los inscritos-locos. También van la sis y su bicho.
El asunto es que yo no me inscribí para ganarla ni mucho menos (sería demasiado iluso de mi parte). Creo que mi reto (placer) más grande sería completarlo, pero tampoco soy tan optimista. Digamos que esta vez vamos a medir "el level". Supongo que algo debió quedar de aquella niña que fungía de velocista en sus años adolescentes. Crucemos los dedos.
Un día después de la dichosa inscripción yo estaba relajada. A mi lado, veía a Analía hacer unos cuadros extraños en Excel: Se estaba haciendo un programa de entrenamiento!!!!
Vale decir que eso para mí es chino cuando se aplica a la vida propia. Buenos son los cronogramas y ayuda memorias para nuestros proyectos de investigación, pero esto me parecía un exceso. Analía, por su parte, admitió que es un poco obsesa con algunos temas… y bueno.
Sin embargo, estuve haciendo revista a mi ritmo de vida durante el último mes. En una misma semana tuve el jueves de mojitos, el viernes de vino, planeaba el domingo de bayleys que fue reemplazado por un lunes de chela. Santo Dios! A ese paso no se puede conservar ningún buen estado físico.
Prueba de ello fue que el domingo 7 teníamos el primer entrenamiento de las “aves de fuego” a las 9am y yo llegué con media hora de retraso. Al ver el reloj a las 8:50am hice mi mejor intento de llegar, pero no me ligó. Además, Pancho también se quedó dormido. Plop!
Luego, por esos azahares del destino terminé en plena Plaza de Armas en la Procesión del Señor de los Milagros (a la que voy hace cuatro años gracias a Deb). Digamos que de alguna manera reemplazamos la carrera por caminata, si consideramos que de regreso se nos ocurrió ir a las Nazarenas y seguir la ruta todo Tacna, Wilson, lleva, lleva, lleva…
Regresé a mi oficina después de los feriados y me di con la sorpresa de que no podría ir a mis sacrosantas clases de spinning de las 7:30pm, porque me programaron focus desde el 15 hasta el 30 de octubre. Léase estaré en la oficina hasta las 10pm hasta fin de mes. Había perdido una importante oportunidad de empezar a entrenar. Entonces, me entró el stress.
Además, las trasnochadas no solo estaba afectando el estado físico, sino también la energía matutina para llegar a las clases de inglés de las 7am. Aún no hay grandes problemas, pero recuerdo que casi pierdo un ciclo por inasistencias y eso no es admisible. Ya no.
Por donde lo mire, las cosas no están en orden y decidí ordenarlas: