Dilemas generacionales (a propósito del enésimo reencuentro)
Ayer fue el cumpleaños número 35 de una muy querida tía (tengo tías que tienen entre 24 y 80 y pico años) y decidí despues de una prolongada ausencia en las ligas festivas familiares asistir a tan magno evento. Sobre todo porque imaginé que la fiestita tendría alguna particularidad: 35 años no se cumplen todos los días (considerando que soy la única mujer en base 2 en la familia que sueña con llegar a los 30). Además, hay que reconocer que después de dos hijas, de 13 y 3 años, la tía aún está "fuerte". Entonces habían cosas que celebrar.
Aparte de la presencia familiar, teníamos a los amigos. Muchos de ellos caras familiares que habían estado en cumpleaños anteriores, compadres de mi prima, amig@s del barrio, del colegio y de la universidad. El mismo comentario melosón de algunos "¿Ya tienes 28 años? Cómo pasa el tiempo! Te recuerdo con el uniforme de colegio". Respuesta mental (con la dulzura que me caracteriza) si claro, han pasado como 15 años, por eso ahora eres cuarentón, calvo, gordo... y por favor, anda baila con tu esposa.
Pero lo que más llamó la atención, y creo que no solo a mí, fueron las amigas del gimnasio. Unas seis o siete comadres, delgadas a sus "titicinco", un par de ellas muy guapas y bien puestas (hay que reconocer las ventajas ajenas), que bailaban entre ellas tratando de ser el centro de atención. Imagino que eso es lo único que queda, porque si la mayoría de chicos no baila a los 20 o a los 30, pues a los 40 o 50 la cosa se debe complicar. Son cosas que pasan.
Yo por mi parte estaba con mis primos/tíos entre 22 y 34 mirando el "espectáculo". Hasta que nos aburrimos del circulito monótono de dos o tres pasos merengosos que usaban para bailar Ricky Martin, Elvis Crespo y hasta Grupo 5. Entonces, con ayuda del alcohol, empezamos a hacer nuestro propio tono con coreografías remasterizadas de todas aquellas clases de baile que solíamos dar con mi hermano (allá por el 2004) y algunas actualizadas. Entonces tenímos una esquina con tres patas y dos nenas que (haciendo el ridículo) se burlaban de todo lo que podían... la música no ponía.
Hasta que llegó el momento que yo había esperado durante toda la noche: Tocaron la música de su chiquititud. Sonó Menudo de 1980. Que si bien estaban de moda cuando yo no pasaba los 5 años, los recuerdo bastante bien. Y me emocioné. Pensé que las comadres del gym (resáltese este detalle) desempolvarían sus coreografías adolescentes, como nosotras luego de muchas chelas haríamos con meneítos, macarenas, akundunes o nubeluces.
Pero no! Oh decepción!!! Para sorpresa mía y de todos, la única que sabía las dichosas coreografías (no se si por recuerdo, o porque las pesqué en youtube en alguna ocasión), era yo. Y bueno, procedí a compartir mis pasitos con mi fiel grupo de "chongo".
Espero que en los próximos tonos de "dulces 35" que asista... (se nos viene un par más hasta fin de año) algunos puedan darse una vueltita por el blog y chequear los básicos :P
Claridad
No te reprimas
Fuego
1 comentario:
se juntaran los vientos para reflotar de los mares a aquellos barcos piratas buscadores de grandes tesoros ..para encontrar el nuestro.. el mas valioso..el que escondimos y cerramos en compromiso de amarnos...solo hay una llave ..invisible al ojo ajeno y brillante al nuestro...descanza mi reina nuestro secreto esta a salvo....toma pá' vo..y pensar que tengo unos millones mas para regalarte MUÑECA..expreso el genio es decir YO
Publicar un comentario