Se acabaron las vacaciones virtualesHace mes y medio que no escribo. Justo por los días en la que una de mis mejores amigas de la vida me comentaba preocupada que no tenía planes de año nuevo. Oh coincidencia! (aunque no novedad), yo tampoco tenía planes. Acababa de salir del último intento de relación "normal", que fue una burbuja encantadora, pero sólo eso: una burbuja.
Mi idea inmediata de año nuevo, entonces, era estar en algún lugar cualquiera (no había preferencias en costa, sierra, selva, nacional o extranjera) en el que pudiera beber mi botella de
champagne y vestir mi ropa interior amarilla. Tampoco era relevante si estaba sola o acompañada, claro que en ese caso la preferencia la tenían las amistades cercanas, y mi familia.
Afortunadamente aparecieron los planes. Alquilaríamos un lugar en alguna playa del sur, sin programa específico definido para el 31. Eso lo decidiríamos sobre la marcha.
Por azares del destino, el depa terminó siendo algo así como la casa del
Big Brother, que reunió a varios amigos míos, pero de distintos lugares y, sobre todo, personalidades. Eso me tenía, debo confesar ahora, un poco nerviosa.
Por un lado estaban Soraya y Margarita, amigas del cole. Juntas éramos parte del símbolo del poder estudiantil de 1995 . Teníamos pendientes la última juerga de solteras, con sus confesiones indiscretas más, lograr el
bronze (y solo el
bronze) de Beyonce, y jugar a las
room mates por una semana. Del otro lado, los colegas: Freddy, el hombrecito de la casa, y Claudia, que se nos unió hacia el
weekend; además de algunos visitantes (no sean mal pensados) que nos acompañaron antes, durante y después de la medianoche del 31.
La habitación de las nenas del cole fue, como era de esperarse, el despelote total. Imagínese usted una abogada ahora financista, una profesora y una investigadora de mercados durmiendo en el mismo cuarto.
Miss Margarita se encargo de darnos las lecciones de la vida durante la semana. Ahora sabemos hasta en qué colegio matricularemos a nuestros hijos no natos ;) La Dra Soraya hizo gala de su practicidad absoluta: “Delega, delega”. Y bueno, yo demostré que estoy BASTANTE mimetizada con el ama de casa de este país.
El juego de las
room mates tuvo una evolución espectacular. Lo que se inició con niñas recatadas y pudorosas, terminó en la declaración de ese lado del depa como zona nudista!!! Recién hoy puedo decir que NO existen secretos entre nosotras.
Y si el
kit de una sola mujer puede parecer nutrido, el de tres es sencillamente inconmensurable. Todas las cremas de rostro, para todos los tipos de piel: día, noche, aceite de rostro,
serum, hidratante, crema para las ojeras. Todos los productos para el cabello, porque el
shampoo y acondicionador no son suficientes: máscara de tratamiento, abrillantador, secadora, peines, cepillos, laciadora. Todos los productos para el cuerpo, además de bloqueador y bronceador, el prolongador de bronceado y el gel de aloe para la insolación, las hidratantes, los aceites, jabones líquidos, etc. Todo eso, en un solo
restroom!!!
A eso súmale las manías. Las que despiertan temprano, porque duermen menos de seis horas diarias, y cantan “
Salió el soooooooooool” y prácticamente te arrastran a ponerte el bikini y coger el pareo para visitar al gringo. Las que despiertan sólo y únicamente porque el deseo de desayuno apremia y para eso son buenos juguitos de papaya,
omelettes y tostadas, mixtos y cafecitos con edulcorante. O las que simplemente se quedan dormidas.
La exposición al sol, otro
issue. Una leche y dos canelas no se pueden exponer al sol de la misma forma. La leche debajo de la sombrilla, mientras que una canela se freía en aceite y la otra aprovechaba la arena para recuperar el sueño perdido con algo de bloqueador (en estos tiempos de radiación ultravioleta hay que tener cuidado).
Las noches. Oh las noches! Agotamos al 80% nuestras provisiones semanales de chela en EL PRIMER DÍA!!! No daré el detalle del total, porque aún me abochorna la idea. Por fortuna, vinos y piscos llegaron a acompañarnos el resto de días.
Es que todo era tan pintoresco. Pasamos tardes enteras riéndonos de lo particulares y diferentes que somos cada una de nosotras.
El 31 todas hicimos gala de alguna actividad culinaria: la ensalada de Sory, el arroz de Maquita y mi puré de papas. No importó que los “previos” iniciaran a las 5pm (gracias a la inesperada llamada de año nuevo que recibí de un número privado) y que hacia las 11pm dudáramos de la compañía de una de nosotras, que decidió durante la tarde curarse el resfrío con shots de pisco hasta completar una botella.
Afortunadamente, resucitó cual
ave fénix, regia como siempre, incluso mejor que las que solo chelearon.
De acuerdo a mis planes, tenía mi
Freixenet Cordon Negro y el atuendo respectivo. Además estaba con un coctel de amigos bastante interesante. No necesitaba nada más.
Fueron días de playa, juerga, risas e histerias divertidas, aunque al final termináramos especulando sobre una pseudo saturación post convivencia. Una semana de descanso que necesitaba y, por qué no decirlo, merecía; en la que pude poner algunas cosas en orden, y otras en desorden.
Ahora de vuelta en el barrio virtual recordé que dejaba pendiente una
intriga develada con cierto retraso pero con mucho acierto por
invazor, que espero hayan disfrutado tanto como yo; y el
segundo aniversario del blog al que espero dedicarle más tiempo y ponerle más Romy.
Holas de nuevo :)